TEXTO NURIA DEL OLMO | FOTOGRAFÍA MAPFRE, ISTOCK
José Maria Cancer
DIRECTOR GENERAL DE CESVIMAP, CENTRO DE EXPERIMENTACIÓN Y SEGURIDAD VIAL MAPFRE
«Considero que la pandemia no ha acelerado la economía circular sino todo lo contrario».
¿Por qué mapfre apuesta por la economía circular? ¿qué valor añadido ofrece este modelo de producción y consumo?
Más que de apuesta, hablaría de un compromiso que hemos hecho realidad para mejorar el mundo en que vivimos, conseguir que sea un lugar más seguro, más limpio, más próspero. ¿Qué planeta queremos dejar en herencia? CESVIMAP nació hace 37 años con un propósito claro, el de facilitar la reparación de las carrocerías en lugar de la sustitución de sus componentes cuando fuera factible. Y así ha sido. Estamos muy orgullosos de la evolución. Solo por dar un ejemplo, los paragolpes reparados por los talleres colaboradores de MAPFRE en España suponen un ahorro de más de 1.200 toneladas anuales en producción de nuevos plásticos. Es como si hubiéramos recuperado 278 millones de tapones de botella recuperados para su reciclado. Lo mismo podríamos decir del vidrio, que no necesitamos producir porque reparamos los parabrisas en lugar de sustituirlos. Habrá quien piense que esto se hace solo para abaratar el coste total de reparación en un siniestro, pero no es así. Esto tiene mucho más que ver con adaptar la economía a un futuro ecológico, con reforzar nuestra competitividad, con realizar cambios sustanciales en los procesos productivos que permitan avanzar hacia un modelo de desarrollo más responsable con el planeta que sin duda asumirán las nuevas generaciones. Sabemos que nuestros clientes lo entienden y lo valoran positivamente.
¿Por qué este centro representa una innovación en sí mismo? ¿cómo reciclan y reutilizan piezas para contribuir a un modelo de producción sostenible?
Si CESVIMAP es innovador, también lo es CesviRecambios, el Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos Fuera de Uso, CesviRecambios, que creamos en 2004. Lo diseñamos para asegurar la perfecta trazabilidad de cada pieza recuperada que se va a destinar a la venta, proporcionando, además, otros datos al cliente, como el tipo de vehículo del que procede la pieza, su estado y su kilometraje, entre otros. También fue innovadora la decisión que se tomó en su momento de no comercializar piezas de las que no pudiéramos garantizar un funcionamiento perfecto —clave para poder ofrecer garantías mayores que las que exige la ley—, así como construir unas instalaciones con la tecnología más moderna, dirigido a la recuperación de aceites, líquidos de freno o fluidos refrigerantes, que evita que cualquier residuo pueda impactar negativamente el planeta.
¿Qué resultados están obteniendo?
Uno de nuestros grandes éxitos es que muchos de los motores con graves averías que hemos recuperado han permitido reparar vehículos que habían sufrido averías graves en el motor y que, de no ser por nuestros motores de segunda vida, hubieran tenido que achatarrarse. Hay que partir de la base de que el precio de un motor nuevo es superior al valor residual de muchos coches. Gracias a CesviRecambios muchos coches circulan con motores recuperados, verificados y garantizados, evitando así tener que fabricar un vehículo entero nuevo, algo que es claramente beneficioso para el medio ambiente pero también para los clientes que no pueden afrontar económicamente un cambio de coche. También estamos muy satisfechos con un nuevo proyecto, vinculado directamente con la sostenibilidad y la economía circular, que permitirá proporcionar una segunda vida a las baterías de coches eléctricos, vehículos que en España y a lo largo de 2020 han aumentado en 142.251 unidades, un 70 % más con respecto a 2019. Para ello, hemos recibido una ayuda del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) por valor de 250.000 euros, muestra de la confianza que la investigación de CESVIMAP genera en esta institución.
¿Aprovechar los recursos es todo un reto, especialmente para promover el crecimiento económico, la creación de empleo y la reducción del impacto ambiental. ¿qué barreras o dificultades cree que encuentran las ciudades para implantar modelos de desarrollo basados en la economía circular?
Creo que la barrera fundamental no es de tipo técnico, es más bien de tipo cultural. Hemos crecido en unas décadas de permanente expansión económica y desarrollo, con sus altibajos, que nos ha acostumbrado a una cultura de la satisfacción inmediata, de usar y tirar, de renovar nuestro vestuario, nuestro mobiliario, nuestros móviles, de comer en formatos que no obliguen a conservar y lavar recipientes. Este cambio va a ser duro de implantar porque es más fácil cuando se aprende desde niños. Esa es parte de la responsabilidad de las instituciones, pero también lo es nuestra, porque debemos impulsarla a nivel personal nuestras familias, en nuestro entorno.
WASTE
2021
¿Con qué acciones podríamos contribuir cada uno de nosotros a nivel particular a la hora de empujar este nuevo paradigma?
La verdad es que hay miles de pequeños gestos del día a día que podemos hacer en nuestro domicilio o en la oficina. En la sede de MAPFRE, en concreto, se han instalado paneles fotovoltaicos que suministran una parte importante de la electricidad que consumimos y nos hemos comprometido a minimizar la generación de residuos (papel, plástico, cartón y equipos electrónicos, entre otros) en todo el Grupo, y conseguir, en 2021, la Certificación Residuo Cero en el complejo de Majadahonda (Madrid). El proyecto MAPFRE Sin Plásticos, por ejemplo, ha evitado hasta el momento el consumo de un millón y medio de botellas de plástico y de dos millones de vasos de un solo uso. Son algunos de los pasos para lograr el objetivo que nos hemos propuesto en España y Portugal, ser neutros en carbono en 2021, y en todo el grupo, en 2030. Los empleados también hacemos #LaParteQueNosToca, reduciendo nuestro consumo en fotocopias, usando papel reciclado para tomar notas y evitando desplazamientos innecesarios en coche cuando se pueden sustituir por videoconferencias. El confinamiento desde luego nos ha pillado ya muy entrenados. Creo que, si tuviera que hacer un esfuerzo especial, lo haría en concienciar a las generaciones venideras, a nuestros hijos, de que es nuestro deber y nuestra responsabilidad y, además, de que sí se puede.
¿Cómo cree que ha influido esta pandemia en la aceleración de la economía circular? ¿qué lecciones hemos aprendido?
Considero que la pandemia no ha acelerado la economía circular sino todo lo contrario. Después de años de insistir en la necesidad de ahorrar agua, hemos pasado a lavarnos las manos durante largos ratos, a ducharnos varias veces al día, a ponernos solución hidroalcohólica una y otra vez aunque no hayamos tocado absolutamente nada desde la vez pasada que lo hicimos, y sólo porque vemos un dispensador cerca. También hemos vuelto a usar cubiertos y platos de usar y tirar y esto no es positivo en absoluto. Sin embargo, reconozco que la parada brusca de la actividad industrial en algunas zonas ha permitido una recuperación sorprendente de la flora y fauna local, que ha vuelto a reivindicar su espacio y de esto nos hemos dado cuenta todos. Creo que si una vez que pase todo esto somos capaces de reducir nuestras emisiones y consumo, no forzados por la pandemia sino gracias a una actividad más controlada y respetuosa con el medio ambiente, también podremos ver resultados esperanzadores.
La ONU destaca que la economía circular podría reducir hasta un 99 % los desechos de algunos sectores industriales y un 99 % de sus emisiones de gases de efecto invernadero, ayudando así a proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático. ¿cree que es posible una economía que no genere residuos? El CDTI apoya la segunda vida que queremos dar a las baterías de vehículos eléctricos
No sé si se conseguiría reducir hasta el 95 % de los residuos, como dice la ONU o si sería solo el 50 %, pero de lo que sí estoy seguro es de que se puede mejorar mucho, que es un camino largo, pero cuya senda podemos y debemos recorrer.
PYMES y huella de carbono
Proporcionar a las pymes asesoramiento, capacitación, apoyo tecnológico e información para mejorar la competitividad y la sostenibilidad del tejido empresarial en España. Es el objetivo del acuerdo que MAPFRE ha firmado con la Cámara de Comercio de España para ayudar a las pymes a calcular su huella de carbono a través de una herramienta específica, que además les permitirá evaluar su eficiencia energética, desarrollo sostenible y grado de implantación de la economía circular en su organización. Con los resultados de estas pruebas, las empresas podrán planificar e implantar una estrategia para reducir emisiones y poder convertirse en entidades comprometidas con el entorno y la sociedad, además de generar valor económico. En este proceso las pymes serán asesoradas por los técnicos de las Cámaras de Comercio Territoriales, que recibirán formación sobre cómo establecer estos planes de la huella de carbono e implantar la economía circular, medidas claves para que puedan obtener el sello oficial del Ministerio de Transición Ecológica. Este sello ofrece una serie de ventajas para las empresas que lo consigan, como reducciones fiscales, aumento de ventas, mejora del posicionamiento de la marca y la posibilidad de destacar en concursos de contratación pública. El acuerdo contribuye, además, a conseguir un futuro más sostenible para toda la sociedad, en el que se asegure una mayor calidad de vida, mayor rentabilidad en el uso de recursos y herramientas para mejorar su competitividad y eficiencia. “Para MAPFRE será un proyecto estratégico para actuar como entidad tractora que impulse a las pymes en materia de sostenibilidad y economía circular, con la finalidad de promover sus planes para compensar el CO2 emitido, reducir su huella de carbono y optimizar el consumo energético”, ha destacado recientemente José Manuel Inchausti, vicepresidente de MAPFRE y CEO de Iberia.
MAPFRE reduce, repara y recicla
Vivimos en un planeta con recursos limitados donde el modelo económico tradicional, basado en consumir y desechar, genera un enorme impacto y está alterando por completo el ecosistema natural. La economía circular aspira a que esos recursos de la naturaleza que ya se han extraído, puedan recuperarse, reutilizarse y reciclarse, y de este modo, se aprovechen de la forma más eficiente para generar el menor impacto posible en el medioambiente. Es un modelo que permite generar oportunidades de negocio mientras se protege el medioambiente y la sociedad. MAPFRE se ha adherido recientemente al Pacto por una Economía Circular, una iniciativa que en este momento impulsa el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y que aspira a implicar a los principales agentes económicos y sociales de España en la transición hacia un nuevo modelo económico, que huye del actual sistema de usar y tirar y que apuesta por la reutilización, la reparación, la reducción y el reciclaje. Somos la primera empresa aseguradora y del Ibex 35 en formar parte de este proyecto en España, e impulsaremos dicha transición a través de un total de 10 compromisos del Pacto por la Economía Circular, que implican, entre otras acciones: reducir el uso de recursos naturales no renovables, incorporar criterios de ecodiseño y promover pautas que incrementen la innovación y la eficiencia global de nuestros procesos productivos. Nos comprometemos, además, a difundir la importancia de avanzar desde la economía lineal hacia una economía circular, fomentando la transparencia de los procesos, la concienciación y la sensibilización de los ciudadanos, así como a medir el impacto social y ambiental derivado del funcionamiento de la organización.
Sostenibilidad implica
Cumplir con los compromisos públicos asumidos.
Encontrar un equilibrio a medio y largo plazo entre las preocupaciones ambientales, sociales y económicas/gobernanza (asg) y definir cómo estas nos afectan y a los grupos de interés con los que se relaciona.
Gestionar el impacto en la sociedad e identificar las oportunidades del desarrollo sostenible para crear valor compartido.
Estos objetivos se materializan a través de una política de sostenibilidad y del Plan de Sostenibilidad 2019-2021