El trabajo de diseño de una revista supone un proceso de permanente cambio que, por un lado, debe mantenerse fiel a unas constantes que el lector identifique como propias y, por otro, tiene que ser capaz de sorprender en cada nuevo número.
TEXTO MARÍA RUBIO | MOONBOOK
La evolución de la revista El mundo de MAPFRE ha ido en paralelo a los cambios tecnológicos habidos en su proceso de elaboración. Se arrancó trabajando con galeradas y fotolitos y hoy en día, gracias a la autoedición, internet y los archivos digitales, el desarrollo del trabajo de diseño, maquetación e impresión es muchísimo más ágil e inmediato. Los cambios de diseño en sus 25 años de andadura suponen un recorrido interesante de transitar. Son evidentes seis etapas.
La primera de ellas comprende los números 1 al 38 (1993-2002), con la cabecera Mundo MAPFRE y un formato 210 287 mm. Con un equilibrado uso de tipografías con serifa y de palo seco, imágenes de pequeño formato, un papel estucado brillo, encuadernación grapada y sin acabados extras se publica el número 1 en enero de 1993. Los textos son extensos y es frecuente el apoyo de datos resuelto con tablas y recuadros de color. La retícula a tres columnas es común al número completo.
La segunda etapa, muy breve, comprende los números 39 a 43 (2003-2004), su formato se ensancha un centímetro y en su maqueta hay un cambio marcadísimo de diseño. Empezando por la composición de la cabecera, la elección tipográfica (más moderna, con mayor aporte de tipografías sans serif), imágenes más grandes, juegos tipográficos de tamaño en los titulares, retícula de trabajo más ágil, acabado plastificado…
Un cambio profundo que se vio consolidado en una tercera etapa, en los números 44 a 55, (2004- 2007), donde la revista pasa a llamarse El mundo de MAPFRE. Manteniendo el formato, el cambio en la cabecera apoyado en el rojo corporativo, tendrá de ahora en adelante una presencia permanente en las cubiertas de la revista. La maqueta de interiores utiliza una gama de colores pastel que personalizan las diferentes secciones. Se apuesta por el uso de tipografías exclusivamente de palo y la retícula mantiene un buen ritmo con uso de textos e imágenes. Vemos aparecer un incipiente recurso a la ilustración en alguna de las secciones.
En la cuarta etapa, de los números 59 a 82 (2008- 2013) el formato se amplia proporcionalmente en ancho y alto y la cubierta se acerca más a revistas de actualidad no corporativas, con recuadros que siempre respetan la cabecera roja, pero que en los distintos números alternan diferentes colores. No así en los interiores, que pierden la identificación cromática de las secciones para unificarse ahora con gris y rojo corporativo. Se recupera el uso de una tipografía serif, aunque con un uso muy restringido a titulares, entradillas y ladillos.
De los números 83 a 94 (2014- 2016), el cambio tanto en cabecera como en interiores vuelve a ser claro. El formato pasa a 210 275 mm, las cubiertas adquieren un matiz más corporativo, se simplifica su estructura en apoyo de una mayor legibilidad y se acentúa el poder de la imagen fotográfica. La retícula interior es más libre y se vislumbra el poder del dato como icono visual de gran poder comunicativo. Son mucho más frecuentes destacados apoyados por gráficos de mayor impacto visual. Por fin tenemos revista con lomo y acabado brillo.
Cuando se plantea el nuevo diseño de El mundo de MAPFRE en el número 95, desde Moonbook tratamos de que la diferenciación con etapas anteriores fuera muy clara, y que a su vez siguiera siendo corporativa e identificativa de MAPFRE.
La primera decisión es el cambio de formato. Nos decidimos por uno cómodo y manejable (190 255 mm), más acorde con revistas contemporáneas, y una de las principales apuestas fue desterrar la fotografía de la cubierta optando por la ilustración. De esta manera conseguimos alejarnos de las revistas más comerciales, manteniendo la fuerza cromática del rojo corporativo en la cabecera y reordenando la información a la manera de revistas especializadas.
Esta decisión la aplicamos también en interiores, donde fotografía e ilustración conviven en un equilibrio medido con juegos tipográficos y una maqueta ordenada y limpia. Simplificando el lenguaje visual, actualizándolo y componiendo imágenes muy elementales y de gran impacto con la ayuda de iconos más cercanos al mundo digital, de línea básica.
La estructura de cada artículo queda claramente diferenciada con un texto de fondo y varios textos de apoyo que complementan la información o la destacan, según sea necesario en cada caso. La tipografía DIN contribuye en gran medida a resaltar datos a la manera de pequeñas píldoras informativas que atraen al lector y permiten una segunda lectura de cada texto.
Apostamos por un uso muy medido de los colores corporativos: rojo, gris, negro, blanco… colores puros y rotundos, apoyados por gamas de color más matizadas utilizadas en fondos, iconos o ilustraciones. Según el tipo de información, la continuidad en cada número se consigue unificando criterios y estilos reticulares, tipográficos, iconográficos, cromáticos… todo ello convenientemente jerarquizado e identificado en cada sección gracias al balance de estos parámetros.
Otro desafío es el que supone el doble lenguaje impreso y digital. Recurriendo a iconos apoyados con breves mensajes, o incluso códigos QR, la relación entre las dos versiones se hace más evidente con unos recursos sencillos y rápidos que conectan al lector con la versión digital, ampliada con descargas de documentos, visualizaciones de vídeo, audios y muchos otros recursos que nos ofrece internet y con los que no es posible trabajar en el medio impreso. La relación gráfica entre ambas versiones se concentra básicamente en el uso del color y la tipografía corporativa, manteniendo la versión web la claridad de exposición de las noticias que ya se produce en la versión impresa de El mundo de MAPFRE.
Esperamos que el esfuerzo de todo el equipo que trabaja en la revista contribuya a posicionar El mundo de MAPFRE como uno de los referentes de revista corporativa en el mundo, como un medio de comunicación de todos y para todos con una información variada y de calidad sinónimo de los valores vinculados a la marca MAPFRE.