Renzo Calda

Renzo Calda

CEO de MAPFRE PERÚ
Avanzaremos hacia una sociedad más sensible, más sostenible y menos consumista

El Gobierno peruano decretó la cuarentena total desde el 16 de marzo, dejando solo actividades básicas, por delante de casi todos los países de la región y con poquísimos casos registrados. El país solo contaba con apenas 250 camas de UCI, una cifra absolutamente insuficiente, por lo que no le quedaba otra opción que intentar a toda costa aplanar la curva de contagios. Como medida inteligente se habilitó el complejo habitacional construido para los recientes juegos panamericanos lo que permitió aumentar a 1.000 las UCI del país. El abrupto y total paro de las actividades ha generado ya una caída estimada del 14% en marzo y del 64% en abril. Dado que solo los sectores básicos siguen operando, la pérdida de empleos ya alcanza el 42% en la última encuesta realizada y se estima que 3,2 de los 4,2 millones de trabajos formales se verán afectados y aún más el sector informal, en un país donde el 70% de la economía es sumergida. Para compensar este inmenso impacto en la economía, el gobierno ha impulsado un paquete económico equivalente al 12% del PBI, el más alto de Latinoamérica. Este incluye subsidios directos a los sectores más vulnerables, flexibilización tributaria, retiro parcial de los fondos de pensiones y financiamiento estatal a las empresas. El éxito del mismo en contener la caída del PBI y evitar el desborde social depende de su eficaz implementación y la duración del confinamiento casi total que venimos sufriendo. Perú es considerado el segundo mejor país de la región en abordar la crisis, no obstante, se espera un alto impacto por la pobre infraestructura médica, la gran informalidad y la complejidad de llegar a toda la población por la inexistencia de medios logísticos.

MAPFRE PERÚ antes incluso del inicio de la emergencia empezó a adoptar medidas para clientes, distribuidores y colaboradores. Superada la etapa de migrar al teletrabajo nos centramos en el despliegue y difusión de medidas de prevención y los nuevos medios de atención a clientes, reforzando el uso de la nueva APP de clientes y el recientemente lanzado WhatsApp corporativo que ya abarca la mayoría de contactos de clientes. Como era de esperar el flujo de operaciones nuevas y gestiones de cartera disminuyeron drásticamente desde el inicio de la cuarentena llegando a caer hasta por debajo del 80% de los promedios previos en algunos ramos. Sin embargo, todo lo contrario ha ocurrido en las prestaciones directas a asegurados. Nuestros servicios médicos, sufrieron un importante repunte en los días iniciales para finalmente migrar al modelo de telemedicina que ha pasado multiplicar por 8 sus atenciones diarias lo que supuesto un enorme esfuerzo para reclutar y capacitar nuevos médicos, personal del call centre que asista a clientes para descargar la aplicación de telemedicina y fortalecer los equipos de droguería y farmacia que ahora han visto también multiplicado el número de despachos a domicilio de medicamentos, teniendo que recurrir a nuestros procuradores motorizados de autos que habían visto muy disminuida su actividad. Los servicios funerarios han sufrido sin duda el mayor estrés en este periodo, ha sido necesario implantar estrictísimos protocolos de seguridad biológica a la vez que soportar un progresivo y alarmante incremento de servicios previsiblemente aún mayores como resultado de celebrar un acuerdo con la seguridad social para atenderles a nivel nacional. Para fortalecer las capacidades funerarias, hemos convocado un grupo de reservistas entre nuestros equipos comerciales de decesos y hemos alquilado cámaras de frío en previsión de saturación de los crematorios.

En MAPFRE Perú antes incluso del inicio de la emergencia empezamos a adoptar medidas para clientes, distribuidores y colaboradores y nos centramos en el despliegue de medidas de prevención y medios de atención a clientes

Superada la etapa de adaptación de las operaciones al nuevo entorno, nos hemos centrado en las acciones comerciales para preservar la cartera que viene mostrando niveles de incumplimientos de pagos elevadísimos, en el sector particulares en especial.

Se han ampliado plazos de pago, de cobertura y ofrecido importantes servicios complementarios, como telemedicina, recambio de baterías a los autos, coberturas gratuitas de salud y vida a fin de aminorar la caída de la cartera. Qué duda cabe de que habrá un antes y un después de esta pandemia en los hábitos y consumo de la sociedad moderna. Lo vivido nos advierte de que iremos a una sociedad más sensible, más sostenible y menos consumista. Es este nuevo contexto, el umbral de riesgo asumido por la población bajará, tendiendo la sociedad a ser más precavida, y precisamente PREVENIR es el alma de nuestra industria. Esto nos hace suponer que el seguro será un el elemento clave para dar estabilidad a la sociedad y en particular los seguros de salud, vida y ahorro/inversión tendrán mayor peso en la billetera de nuestros clientes.

En MAPFRE PERÚ sabemos y estamos listos para iniciar esta apasionante nueva etapa aplicando todo lo avanzado y aprovechando la aceleración de la digitalización a nuestro favor. ¡Pasada la tormenta, vendrá el buen tiempo! ¡Si queremos disfrutarlo, debemos echarnos a la mar ya!

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