Eduardo Pérez de Lema

CEO de MAPFRE RE
“La continuidad ha sido posible gracias al extraordinario esfuerzo y compromiso de todo el equipo”

En MAPFRE RE la crisis del coronavirus comenzó a impactarnos en el mes de enero, cuando el brote de la pandemia en China nos obligó a activar nuestros planes de contingencia en este país. Posteriormente, esta situación se extendió a Singapur, Filipinas, Japón o Italia, hasta que a mediados de marzo la necesidad de activar estos planes paso a ser global

En estas circunstancias, la primera satisfacción ha sido comprobar que los planes de continuidad de negocio se han desplegado con gran eficacia y en plazos muy breves. Llevamos años elaborando, testando y refinando estos planes en todas las sedes de MAPFRE RE, hasta el punto de que hemos logrado obtener certificaciones independientes de su calidad. Afortunadamente este trabajo ha dado sus réditos cuando ha sido necesario.

Durante los dos años anteriores hemos desplegado la iniciativa de Reto Digital en MAPFRE RE, que nos había llevado a dotar a casi todo el equipo de la compañía de los medios tecnológicos y las habilidades para trabajar en remoto con alto grado de autonomía y eficacia. Ya desde hace un año estábamos realizando programas piloto de trabajo en remoto con un amplio grupo de colaboradores, lo que ha permitido que la compañía estuviera preparada para este reto.

Sobre esta base, es un orgullo decir que MAPFRE RE ha sido capaz de responder de forma permanente a las necesidades de sus clientes, sin que en ningún momento se haya interrumpido ninguna de las actividades esenciales de la compañía, ni la inmensa mayoría de los proyectos que tenemos en marcha. Esto, por supuesto, ha sido posible gracias al extraordinario esfuerzo y compromiso de todo el equipo, que de forma ejemplar ha priorizado el cumplimiento de sus responsabilidades, en circunstancias especialmente adversas.

En ningún momento se ha interrumpido ninguna de las actividades esenciales de la compañía, ni la inmensa mayoría de los proyectos que tenemos en marcha.

Como es habitual en nuestro sector, en épocas de crisis, la actividad reaseguradora se ve expuesta a mayor volatilidad y absorbe gran parte de las pérdidas extremas. Estamos acostumbrados a hacer frente a grandes catástrofes o siniestros de intensidad de todo tipo. En esta ocasión el desafío principal reside en que nos enfrentamos a una crisis global que afecta, en mayor o menor medida, de forma simultánea a todas las geografías en que operamos y a multitud de ramos, llevándonos a la frontera de lo que puede absorber nuestra industria. Afortunadamente, las medidas de suscripción y selección de riesgos aplicadas durante años nos llevarán a que los posibles impactos sean asumibles para MAPFRE RE.

Cuando superemos esta crisis, deberemos iniciar una reflexión en la que encontrar mecanismos que mejoren el nivel de cobertura de la sociedad para hacer frente a este tipo de situaciones, sin comprometer con ello la solvencia del sector. La industria re/ aseguradora dispone de los conocimientos, mecanismos y recursos para tener un papel protagonista en la mitigación de crisis como la que estamos sufriendo.

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